11 Saltar al contenido

Me desperté sin memoria y con un desconocido al lado y leche en mi panocha.

Hola, soy Eve, la mujer de Santy, le tomé prestada la cuenta para contar una historia mía.

Santy me describe en los relatos así: Tiene 29 años, mide 1,70m, un culito hermoso, tetas operadas, grandes, pero no desproporcionadas, morocha de pelo lacio y ojos medios verdes, medios marrones, contextura tirando a chica de gym, cuerpo definido, pero sin llegar a estar marcada, ese color de piel que parece apenas bronceado en invierno.

Esto pasó cuando tenía 23.

Me desperté, abrí los ojos y tenía durmiendo a un tipo a mi lado. No recordaba su nombre, ni cómo llegué ahí, ni dónde estaba. Estaba absolutamente desnuda, destapada, al igual que la persona que estaba a mi lado. Él tenía un preservativo puesto, se ve que quedó tan roto como yo.

Lo último que recordaba era que salí con mis amigas de joda fuerte, no se ni que consumí, ni cuanto tomé. Se me había borrado la memoria.

Miré por la ventana de la habitación para ver si me podía ubicar, claramente estaba en Puerto Madero, la vista era inconfundible, un departamento alto.

Miré a mi compañero de la noche. Unos 35 años, pelo rubio tirando a castaño, de rulitos, alto, buen físico, ni un solo pelo debajo del cuello. Su nombre seguía siendo desconocido por el momento y su voz también.

Me dieron ganas de hacer pis y me encontré con un enorme problema, no sabía que había detrás de la puerta, suponía que estábamos nosotros 2 solos, pero la verdad era obviamente desconocida. Por las dudas me puse la tanga y una remera de él con un perfume hermoso que al sentirlo mi memoria empezó a recordar algo del boliche, bailar con él y calentarme como la más puta.

Abrí la puerta de la habitación. Genial, no había nadie más, era un 2 ambientes. Fui al baño y después agarré mi celular para ver si podía recordar algo, pero estaba sin batería. Encontré un cargador y lo enchufé, mientras cargaba un poco como para que me permita prenderlo. Me puse a observar las fotos expuestas, que eran muchas. De cuando se recibió, en la playa con amigos, esquiando en la nieve, una repisa de fotos jugando al tenis y trofeos, una pelota que tenía escrito «Felicidades Mati», una buena pista.

M: Me robaste la remera. -Pegué un salto del susto. -Perdón, no quise asustarte.

E: Perdón, me asusté igual, no te escuché. -Dije mientras giraba para verlo en boxer ajustado.

M: Cómo estás?

E: Con un poco de resaca. Vos?

M: Con bastante resaca. Querés desayunar algo?

E: Un café y cualquier pavada para comer, me arde el estómago de todo lo que tomé.

M: Yo ni me acuerdo de todo lo que tomé. Para ser sincero no me acuerdo de nada.

E: Yo tampoco Mati.M: Al menos te acordás mi nombre.

E: Traés una mina a tu departamento y no te acordás su nombre?

M: Honestamente, no me acordaba que había venido acompañado y vi tu ropa en el piso, al lado de la cama.

E: Bueno, soy Evelin y para ser sincera no me acordaba ni que había venido, ni tu nombre, lo leí ahí. -Dije señalando sus trofeos.

M: Un gusto. Vamos desayunar? Acá a la vuelta hay un lugar lindo.

E: Acepto.

Fuimos a desayunar. Mientras esperábamos hicimos un pacto, sin filtros mostrar fotos y mensajes de la noche de ambos celulares, pero lo mismo, ni una pista de nada. Fotos de él con sus amigos, fotos mías con mis amigas. Charlamos, intentamos hacer memoria y no hubo caso. Le escribimos a quienes estuvieron con nosotros y nos vieron bailar, chapar e irnos juntos. No aportaba nada más.

M: No puede ser que no nos acordemos de nada.

E: Algo consumimos que nos borró la memoria. Evidentemente cogimos, pero la verdad no me acuerdo.

M: No estoy seguro.

E: Dale boludo, nos despertamos desnudos en tu cama y vos con un forro puesto todavía. Acabaste y te quedaste dormido, de manual.

M: No acabé, estaba vacío el forro.

E: Bueno, yo no me acuerdo, pero tiene que haber pasado eso.

M: No me acuerdo y la verdad, a pesar del forro, lo dudo. Sí ahora me acuerdo de chapar en el boliche, pero también que de lo que consumí no se me paraba.

E: Eso me acuerdo, que buscaba calentarte y no se te paraba en el boliche.

M: Nunca me pasó antes, ya se, es la típica, pero es verdad.

E: Tendríamos que salir otra vez, no? Tomando un poco menos.

M: Hay un enorme problema Eve. Te voy a ser sincero, estoy de novio. Puede que no se me haya parado por lo que consumí o por la culpa misma.

E: Esto no me lo esperaba. No hay fotos de ella, o sí?

M: Yo no esperaba despertarme acompañado. No, no hay fotos de ella, hace menos de un mes que estamos de novios.

Nos pasamos los contactos, gracias a las redes sociales nos dimos cuenta que tenemos amigos en común y nos hicimos muy amigos. En unas semanas Mati se va a casar con ella, Santy y yo estamos invitados, obvio que vamos a ir a la fiesta.

Nunca sabremos que pasó esa noche.

Voy a estar toda la noche bailando, tomando y pensando que no se si me garché al novio…