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Mi Amigo mas pijudo y con los huevos mas grandes y llenos se empina a mi esposa. Parte.2

El siguiente día pintaba hermoso. Era una mañana sin nubes y con una temperatura agradable. Juani, María y yo nos sentamos a desayunar y conversar sobre los planes de ese día.

Surgió la idea de ir a La Frontera por la tarde (una playa de moda en Pinamar) y luego ir a un parador de la zona. Luego hablamos de futbol con Juani. Las charlas eran mundanas, como si nada hubiera pasado. 

Mientras tomaba el ultimo trago de café, Juani me miro y me dijo:
– JUANI: Amigo, no sabia que te cabían tanto los cuernos. 
– YO:  (Me enrojecí un poco) Bueno, si.. lo hacemos desde hace un tiempo. Pero me gustaría que quede entre nosotros. No le cuentes a los chicos. 

– JUANI: Pero no, quedate tranquilo. Una pena no haberlo sabido antes jiji. Les tengo una propuesta. 

María y yo nos miramos.  

-JUANI: Que les parece si hacemos un cambio de roles. Yo paso a ser el macho y esposo de María y vos pasas a ser nuestro invitado.

A María le brillaron los ojos y grito: «Me encanta!». 

A mi también me excitaba la idea, pero tenia algo de miedo. 
-YO: Ok, voy a aceptar. Siempre y cuando pueda mirar todo lo que hacen en cualquier momento y lugar. 

– JUANI: Hecho!.. por favor anda al cuarto y saca tus cosas. Esta noche yo duermo ahí (asi fue).

Luego miro a Maria y le dijo.. «Mi amor, anda a cambiarte que nos vamos a la playa». 

María entro al cuarto y minutos después salió con un vestido corto de tarde y el bolsito que siempre lleva al mar.

Juani agarro las llaves de mi camioneta y se subió del lado del conductor. María se subió como acompañante  y y o atrás 

Ni bien nos subimos Juani la miro y le pregunto: Te pusiste una bikini chiquita. no? 
MARIA: Si. mi vida.. como a vos te gusta

«Me encanta cuando sos así de puta» le dijo y le empezó a acariciar la pierna mientras manejaba hacia la playa.

Llegamos a La Frontera, estacionamos la camioneta en la arena y armamos el gazebo justo al lado. Luego sacamos la reposera y la heladera. 

María se saco el vestidito y pelo una mallita roja que nunca había visto. Demasiado chiquita y caliente, genial para la ocasión. 

Juani se puso como loco, le pigo un chirlo en la cola y le dijo: «Que linda te queda esa tanguita bebe! Saquémonos una selfie». 

Se sacaron una foto, obviamente sin mi.

 Las charlas con doble sentido estaban presentes todo el tiempo. Ambos se tiraban palos y la cosa se iba poniendo caliente. 

Luego de comer María le pidio Juani que le pusiera protector en la espalda. 
Juani comenzo a hacerlo y eso lo llevo a la cola de María.
Yo veia que el bulto de Juani crecía en dimensiones extraordinarias. 
Juani seguía acariciando la cola de mi novia y las punta de los dedos cada vez iban mas en profundidad. 
María que estaba tirada en una lona y gemía por momentos. En otros me miraba y sonreía.
En un momento Juani le corrió la tira de la tanga y pidió a María que abriera un poco las piernas. 
Juani acariciaba el clítoris de mi novia con sus dos dedos, mientras María gritaba de placer. 

La playa no estaba tan concurrida pero cada tanto alguien pasaba cerca. La camioneta cerraba un lado de la visión y la lona del gazebo el otro.. pero quedaba un flanco sin cubrir.

-JUANI: Amigo, vos podrás ir un poco para allá y avisarnos si viene alguien. Queremos coger tranquilos.  
YO- Claro, amigo. 
Eso hice. Me lleve una reposera y me senté unos metros mas adelantes. Mi misión era avisar si venia alguien. 

Juani se arrodillo, se bajo despacio la malla y saco su pedazo de verga de un tamaño demencial. 
JUANI: Veni, putita.. va a ser tu mejor tarde de playa. 
MARIA: ufff! me encanta! 

María se puso de frente y en cuatro delante de el. Agarro la verga de Juani y se la metió en la boca. Empezó a chuparle el pene en plena paya. Yo mientras solo miraba, no podia hacerme la paja en mi misión de cornudo centinela. 

María se atragantaba con la verga de Juani y este hacia fuerza para que entre un poco mas. Ella seguía chupando y cada tanto salía para lamerle los huevos. 

Juani le enganchaba la tanga con los dedos y la tiraba para su lado de forma tal que el envión hiciera que ella
 tragara un poco mas. 

– JUANI: «Parece que no estas acostumbrada a comerte una pija tan grande. Después de que me vaya vas a ser la mejor». 

Ella, claro, no podía hablar. Sino que abría los ojos y cada vez se ponía mas colorada. 

Luego saco la verga de la boca de María y utilizando el pronombre de «putita» le ordeno a mi novia que gire de forma tal que quedara en cuatro y de frente a mi. 

Luego Juani se puso detrás, escupió la concha de Maria para lubricar bien. En ese ínterin María me sonrió y guiño un ojo. 
Acto seguido apoyo la verga en la concha y empezó a empujar. 
Las rodillas de María sobre la arena empezaron a temblar y su cara se convirtió en placer puro. 
Juani empezó despacio pero el ritmo fue aumentando con algunos chirlos de por medio en el culo de María que ya estaba rojo. 
Mi novia gritaba en el medio de la playa sin importarle si alguien venia. 

Mientras garchaban un comentario de Juani me excito por demás: «Con los chicos pensábamos que eras putita pero nunca imagine que tanto» 
Eso hizo que mi cabeza explotara. Mis amigos hablaban de lo puta que parecía mi novia. 

El evento continuo con mi novia patitas al hombro. Podía ver como la verga enorme de Juani salía y entraba en la concha dilatada de mi novia. María no paraba de gemir y los dedos de los pies se le habrían como nunca. Cada tanto gritaba «Así bebe! seguí así» hasta que acabo. Sus ojitos se cerraron y la cara de placer fue monumental. 

La ultima escena fue la de mi novia en bolas sentada en la punta de la reposera, pajeando y peteando la verga enorme de mi amigo  para que acabara. Unos minutos después, su boca, su cara y sus tetas estaban llenas de leche de Juani. Vino a darme un pico y me agradeció por ser un novio «tan copado». 

Luego se puso la bikini y se acerco al mar para lavarse en el agua. 

Juani se tiro en una reposera y mientras lo dos veíamos ese culito alejándose hacia el mar dijo: «Que novia puta que tenes».